Mundoclasico
(15/09/2003)

La coral Ágora publica un CD con obras del 'Cancionero de Segovia'


A lo largo del último siglo ha sido frecuente el descubrimiento de joyas del arte que han permanecido ocultas durante siglos a los ojos de quienes convivían con ellas. En 1922 se produjo un nuevo hallazgo en la ciudad de Segovia, pero esta vez no se trató de las bellas pinturas románicas que frecuentemente aparecen tras los retablos barrocos de nuestras iglesias. Fue entonces cuando Higinio Anglés encontró un manuscrito musical en el archivo de la catedral de Segovia.

Desde entonces diferentes musicólogos lo han usado como objeto de sus investigaciones. Así se sabe que fue un libro de corte y no de iglesia; confeccionado probablemente a finales del siglo XV o comienzos del XVI, al término del reinado de Isabel la Católica y en el que sobresale principalmente la rica mezcla de lenguas que aparecen en sus composiciones: 74 piezas latinas, 50 francesas, 34 flamencas o neerlandesas, 8 italianas y 38 castellanas.

Sin embargo, aunque sus pliegos y cuadernillos han sido estudiados con detalle por estos investigadores son escasas las piezas del manuscrito que han revivido en su pleno y completo sentido, esto es, a través de la voz y los sonidos de los instrumentos.

La coral Ágora de Segovia, apoyada en la valiosísima labor de trascripción de Marciano Cuesta Polo, ha intento redescubrir -esta vez para el público más general- este tesoro que albergó oculto durante cinco siglos la catedral de Segovia.

El nuevo disco de la coral Ágora consta de 20 de las piezas únicas que figuran en el manuscrito y que intentan dar muestra de el variado repertorio del que está formado. Las doce primeras corresponden a piezas sacras y las ocho restantes al repertorio profano.

Además de la exclusividad de las obras que incluye el disco, se ha llevado a cabo un selección en la que se abarcara un nutrido grupo de compositores diferentes; desde autores más conocidos como Josquin de Prés o Juan de Anchieta a otros menos nombrados como Petrus Elinc, Henricus Isaac o Loyset Compère. También se incorporan cuatro piezas anónimas de las veintitrés que posee el cancionero.

El repertorio que recoge el disco, acompañado de un completo y cuidado cuadernillo, alterna piezas ejecutadas a capella con obras instrumentales o en las que las voces son acompañadas o dobladas por instrumentos de la época. Para ello la coral Ágora ha contado con el buen hacer de Ernesto Schmied, Alba Fresno, Felipe Sánchez y José Ignacio Gavilanes.

La grabación y edición ha sido realizada de nuevo por el técnico de sonido Bertram Kornacher y se ha efectuado en las iglesias de Santa María del Parral y de San Justo de Segovia.

Cancionero Musical de la Catedral de Segovia

Aunque no se sabe con certeza, este manuscrito de con música de finales del siglo XV y principios del XVI bien pudo ser el resultado de sucesivos encargos de Isabel la Católica , su yerno Felipe el Hermoso, duque de Borgoña, y de su viuda Juana la Loca, para servir como repertorio básico de la Capilla de Música de la Casa Real Castellana.

Su sede primera fue el Alcazar de Segovia , aunque posteriormente fue prestado a la Catedral de la misma ciudad, en cuyos archivos permanece hasta fecha de hoy. Este dato es importante, ya que al llevar el nombre de cancionero de la catedral de Segovia, puede parecer que es una colección de música destinada al culto, y por tanto de género religioso, y no es así, ya que el Manuscrito de Segovia es un libro de Corte, como hemos dicho más arriba, y su función primera fue la de servir a los usos de la misma, también a los religiosos, y de ahí que en él se encuentren piezas típicas de un libro de iglesia, misas y motetes, además de las profanas, que son mayoría.

Independientemente de su uso original este manuscrito ha servido a los diferentes maestros de capilla de la catedral castellana como fuente de estudio, y sus partituras han sido cantadas y tañidas por numerosas generaciones de cantores y ministriles castellanos.

Al igual que sucede con el Cancionero de Palacio, el Cancionero de la Colombina, el Cancionero de Medinaceli, o el Cancionero de Upsala, contemporaneos suyos, la notación es mensural blanca, usada en toda Europa desde mediados del siglo XV hasta comienzos del XVII.

El estilo es marcadamente polifónico, ya se trate de misas, motetes, villancicos o canciones, ya que esta era la moda de la época, lejos ya de la monodía del Gregoriano y aún por venir la homofonía del final del Barroco y Clasicismo.

Otro rasgo importantísimo de este cancionero es que se trata de música en principio vocal, aunque se sabe que algunas de las voces o bien eran dobladas por instrumentos o directamente se tañían y no se cantaban. La reina Isabel la Católica, probable iniciadora de esta colección musical, tenía una capilla de más de 40 músicos, aparte de cantantes constituida por dulzainas, sacabuches, chirimías, trompetas, cornetas, atabales, laúdes, órganos, vihuelas, etc.

Del total de 204 composiciones 74 son piezas latinas. De estas, 48 están basadas en textos litúrgicos referentes a la Misa y 26 son Motetes. El resto son de temática profana y en lengua vernácula: 50 están en francés, 34 en flamenco o neerlandes y 8 en italiano; todas ellas son Canciones de amor profano. Por último, las 38 obras castellanas, así conocidas por estar en este idioma y por una serie de rasgos típicos de escuela, que comentaremos más adelante. Estas 38 obras castellanas pertenecen a la forma canción o villancico.

Pero ante todo el Cancionero de Segovia es una soberbia antología de la música franco-flamenca. Este estilo, que prevaleció en Europa desde 1420 hasta bien entrado el siglo XVI, tiene tres épocas bien diferenciadas: La primera, comprendida entre 1420 y 1460, está representada por el maestro de maestros Guillaume Dufay. La segunda entre 1460 y 1490, la constituyen compositores como Busnois, Tinctoris...Pero sobre todo Johannes Ockeghem. Y la tercera, que va desde 1490 a 1520 y a la que pertenecen nombres como Jacobus Obrecht, Josquin Desprez, Heinrich Isaak, etc.

No todos los compositores son franco-flamencos, pero sí los mejor representados en esta colección de música polifónica, y todos ellos pertenecientes a esta última generación, lo que da una idea de la modernidad de la corte castellana, al estar a la última en cuanto a creación musical europea. Esto se explica en parte por el hecho de que Felipe el Hermoso era flamenco, y al desposarse con Juana la Loca se trajo consigo, no solo a los músicos de su tierra, sino también la música que allí estaba de moda.

Este es el listado de los compositores franco flamencos del cancionero musical de Segovia y el número de las obras: Jacobus Obrecht (31), Alexander Agricola(22), Heinrich Isaak(21), Loyset Compère(13), Anónimas(10), Johannes Tinctoris(9), Josquin Desprez(6), Antoine Brumel(6), Hayne van Ghizeghem(5), Matthaeus Pipelare(4), Petrus Elinc(4), Johannes Martini(3), Roelkin(3), Adam(2), Antoine Busnois(2), Johannes Aulen(1), Johannes Joye(1), Caron(1), Jacobus Barbireau(1), Marturia Prats(1), Johannes Ffarer(1), Johannes Urrede(1) y Alonso de Mondejar(1).


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Coral Ágora - Segovia (España)

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